lunes, 4 de agosto de 2014

Esta vez, no fue así.


En una constelación de pensamientos abstractos el tiempo parloteó amenamente.

Como una gota fría que cae al suelo lentamente y se evapora así son los días que se consumen delirantes y testarudos.

Pero esta tarde el tiempo no se desato de un momento que se entretiene con la plática y las risas.

La noche a caído ya y el telón del universo se oscurece.
Poco a poco se va enfriando y llenado de recuerdos los momentos.

La dicha y gozo se vitorean uno al otro porque placenteramente  se han podido olvidar por un momento de la guardia ante sus ojos.

La compañía que no quebranta los principios suspira alegre.

En un segundo los párpados se volvieron a juntar  y la vista no vio hacia el horizonte.

Por un momento esplendoroso la osadía dudo marchitar su cometido.

Y el lapso que se escurre resbaloso del control  del tiempo no giró hacia el camino del abismo.

No se precipita  ante una devoción que nunca cambia.

No sea marchado aún.
Cierro los ojos y lo vuelvo a revivir.

Alzo la vista al buscar ante una oscuridad que se silencia.

Sigue ahí, aunque mis manos no la puedan alcanzar.
Entre sueños lo murmuro despertando.
Se he convertido en un deseo que se ama difusamente.

Despertare queriendo nuevamente tener entre mis recuerdos esa constelación de pensamientos abstractos que el tiempo se devora.

Y volveré a desear esperando vivir entre un montón de ruinas y escombros que no soportaron fracasar ante la amenaza de un final sin hasta luego.

Poesía 
Miguel Adame Vazquez
03/08/2014.





sábado, 2 de agosto de 2014

A mi padre


Tu ausencia empaña mis días y estos se vuelven grises.
El sol ya no calienta como antes mi cuerpo.

Me haces falta en la incertidumbre de un futuro incierto e inseguro.

No están ahí tus consejos, tampoco tus palabras de advertencia.
Eras mi mejor amigo y oyente que derrochaba experiencia.
Ahora ya no estás aquí, sólo tengo el miedo de no poder llenar el gran espacio que has dejado en mi vida.

La Luna llena alumbra aquellas ilusiones pasadas.
Todavía me duele tu recuerdo.

Mi corazón se detiene por un instante y mis pulmones dejan de respirar cuando te pienso.

Hace cuatro años que tu luz se extinguió en mi horizonte.

Aún recuerdo tus últimas palabras.

Tu palpitar acelerado en un lecho de dolor y muerte.

Me dejaste como herencia el amor al prójimo y a mi mismo.

Me dejaste tus ganas de vivir.

Te dolía el no poder ver crecer a tus nietas, eso dolía más que el cáncer que te consumía.

¿Sabes? vives en mi.

No se sí algún día podré llenar tus zapatos.

El gran espacio vacío que dejaste en muchas vidas.
Vidas que marcaste en un derrotero correcto.

Padre, a cuatro años de tu partida te recuerdo.

Te rindo tributó sonriendo, tratando de ser positivo a pesar de lo oscuro que es el cielo antes de la tormenta.

Te aprendí bien el poder ver más arriba de las nubes cargadas de agua y saber que ahí sí brilla y resplandece sol.
Sólo es cuestión de esperar, luchar y perseverar.
A cuatro años de tu partida.


Poesía 
Miguel Adame Vazquez.
02/08/2014.

domingo, 20 de julio de 2014

Al ser que más he amado.



Mis ojos te ven orgullosos.
No me cabe en el corazón el regocijo y el gozo que siento por verte crecer.

Fue simplemente ayer cuando un un pequeñito ser se arrullaba en mi hombro y sólo yo lo necesitaba proteger.

Recuerdo tu latir, tu llanto incrédulo 
Tu respiración al dormir.

Tu has sido la mayor bendición que la vida me ha otorgado.
Y con eso me quedo.
Agradezco al universo por el don de amar que contigo me creo.

No tengo que repetir cuento te amo.
Solo sentir que naciste del amor de dos seres que se han amado intensamente en el pasado y que lo vuelven a hacer al verte crecer.

Tu me has regalado muchísimas alegrías, más de las que mi corazón puede retener.
Ahora te veo por la vida caminando, creciendo y creando.

Ayer te vi.
Ya eres toda una mujer que va tras sus propios sueños 
Que invita a los demás a latir he ir por sus propios sueños.

Que no titubea al sonreír al expresar sus molestias y sus mayores agrados.

Querida hija, soy un soñador.
Aprendí a soñar desde la primera vez que te tuve en mis brazos.

Hoy te veo a los ojos y vuelvo a soñar porque tienes los ojos de tu madre al volar.

Suspiro  por lo que que eres y por lo que serás.
Y estoy seguro que lo lograrás.
Amarás a los otros tanto como yo te he amado.


Poesía 
Miguel Adame Vázquez.
29:07/2914.

Al ser que más he amado.
A mi hija.





martes, 15 de julio de 2014

El silencio como matirio.


Guardo silencio.
Por más que me esfuerzo mis labios sólo atina a pronunciar un grito que se ahoga en su propia melancolía.

Solo mis pies se mantienen pasmados al grado de no responder a un esfuerzo.
Escucho a las risas alegres y solo veo sus rostros iluminados.
Es mí, la sonrisa es una cara oculta de lo mal que me siento.
No paran de reír porque yo no paró de sufrir .
Esta mañana tampoco sera diferente, aunque la noche haya traído un nuevo día.
Para mí las fronteras del tiempo no tienen salida.

Ahora mis ojos se esfuerzan por no llorar como un río.
Pero el esfuerzo es en vano porque solo soy un niño.

Mis padres me dicen que puedo confiar en ellos.
Pero mi corazón guarda silencio, esta encadenado al destino.

Tengo miedo de ir al colegio.
Ya no quiero sufrir un eterno martirio.
Solo añoro a el día en que vuelva a salir el sol para mí.

Poesía 

Miguel Adame Vázquez
15/07/2014.
A los niños que sufren violencia escolar.


El norte prohibido.




Esta mañana saldré de casa.
No importará la distancia que exista entre un corazón desierto de sueños y la última esperanza.

Tampoco importará que en el horizonte la puesta del sol no detengan nunca más ya su partida.

Saldré del hogar secreto con la ilusión de poder buscar un sueño compartido, un sueño que es de muchos, un duelo ya perdido.

Sobre los matorrales de la esperanza esconderé mis ilusiones y nunca más podré quedarme dormido sin tener que estar alerta.

Solo la oscuridad y el cansancio podrán delatar lo mucho que mis ojos se encuentran aterrados por su vacilante destino.

Más que un dolor nostálgico que agobia mis motivos sé que todavía soy solo un niño.
Pero ahora eso no importa porque la esperanza está del otro lado.

Quisiera poder volar como las aves migran del nido, pero mis alas son cortas y no alcanzan a alzar el vuelo.

Solo puedo caminar por aquellos senderos y ríos de la indiferencia, siempre
 soñando en poder llegar al norte bendito.

Poesía 
Miguel Adame Vazquez
15/07/2014 

A los niños migrantes que lo han perdido todo por el sueño de estar con sus padres.



Un nuevo amanecer se asoma por la ventana de mis días.




Un nuevo amanecer se asoma por la ventana de mis días.

Reflexiono sobre los minutos que escurridizos han pasado.

No me detengo a saborear con alegría todo lo que al vivir he dejado.

Solo trato de sentir todas aquellas veces que mi pluma sencillamente me ha transportado.


Seguiré viviendo sobre una realidad que a veces es más que inquietante.


Luchando por un júbilo irreversible y que transporta a un pasado que nunca quiere morir.


Voy caminando sin ningún arrepentimiento.

Regresando siempre a los instantes que una memoria colecciona.


Redimiré todos mis pensamientos al tope y estaré contigo celebrando.

Cómo no festejar que puedo alejarme de las desdichas siempre infames.

Ignorar la burla donde el viento solo te cambia el derrotero.

Celebraré airoso y ecuánime.

Casi tan íntegro como todas las estupideces que a veces escribo.


Celebraré poder amarte sin delirios y razonamientos abstractos.

Sin la apariencia increíble que se aguarda para poder seguir con el cambio.

Solo con una tenue luz que se descubre en su noche y alumbra.


Quiero un nuevo amanecer.

 Y suspirar por el poder de soportar el llanto que aparece cada vez que llega mi tiempo marcado.

Que nada me cuente los segundos que me faltan por vivir.



Poesía 

Miguel Adame Vazquez.

15/07/2014.




domingo, 13 de julio de 2014

Mis ojos te seguirán mirando.



Mis ojos te seguirán mirando.
Ya no finjas más.
Muéstrales la ruta que deben de seguir para alcanzar a desnudar el rojo de tus labios.

Muéstrame como debo de domar aquellos deseos que palpitan en mi interior cuando escucho el eco de tu voz cuando te estoy deseando.

Quisiera traspasar las fronteras de la soledad que me prohíbe tocar con mi corazón tus manos.

Muéstrame como debo de llegar al eterno atardecer.
Porque no quiero todavía dejar de latir por ti.

Te veo al soñar como tejes con los hilos del amor el cariño que te he decretado.

Yo quiero volver amanecer y así nunca esconder la esencia de morir y acabar sepultado.

No desesperes mas, pues la lluvia cesara y tu cuerpo obtendrá el calor que siempre a soñado.

Tus labios quieren pronunciar las palabras que nunca han callado.
Déjame recorrer una vez más el eco de tu voz.

No quiero apagar la mentira que obtendrá cuando sólo la verdad descubra cuanto te amo.

Vida, mis ojos te seguirán mirando.


Poesía 
Miguel Adame Vazquez.
13/06/2014.


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Vivir para siempre

  A ninguna parte, nunca tuve tiempo para que las lágrimas llenaran el cielo. Confieso que se fue la vida en una pincelada de gaviotas y cie...

Muchas gracias.

Queridos y apreciados lectores:

Solo tengo más que agradecimiento para cada uno de ustedes que se han tomado unos minutos de su valioso tiempo, para leer mis poemas.

Gracias al Internet, a la gran nube, he podido llegar relativamente a todos los rincones de la tierra, a toda hora y en todo momento solo con una conexión a Internet.

Me llena de satisfacción saber que muchos de ustedes son de países tan lejanos.

Espero poder seguir compartiendo en un futuro, más y más de mis poemas y tenga el honor de ser leído en su corazón.

Gracias eternas.

Su amigo.

Miguel Adame Vázquez.

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