domingo, 16 de abril de 2017

¿Y quien cuidará de ti?



Has llorado casi toda una vida sin saber porqué.
Tú tristeza es como cuando empieza a llegar la noche en tu misma mañana.
Días buenos y días malos son solo parte de una historia prohibida. 
No encontraste o no quisiste encontrar una salida que te condujera a la paz tan anhelada.

Tu vida siempre fue una historia de medias cuartillas.
En donde tus ojos hinchados por no poder dormir fueron una huella imborrable de la desdicha que vive en tu forma de sobrevivir.
Es triste saber que no todos pueden ver la tristeza que se acumula bajo tus hombros cansados.
Pero es más triste saber que solo la ignoran.


Tu hermosa sonrisa ahora es solo una anécdota llena de dolor y melancolía.
Porque siempre deseaste compartir tus sueños con quien tú corazón amaba.
Ese amor era capaz de detener el tiempo con tan solo un abrazo sincero.
Pero el amor voló sin retorno a otro nido.


Quisiste esperarlo sin el sabor de una angustia que deja al corazón detenido.
Pero siempre fue demasiado tarde, porque eras tú y no él quien estaba atada a otro cariño.
Siempre para ti fue mayor el amor de una hija a su madre.
Tal vez solo fue el designio imborrable de los que decían decirse ser tus hermanos.


Tú fuiste la elegida por el favor de su desgracia para cuidar los años que le quedaron de vida.
Lo aceptaste sin reparos, como quien lo desea de buena gana.
Nadie te dijo que quién te otorgó el privilegio de vivir el don de la vida te acompañaría hasta el ocaso de todos los tiempos.
Ahora tu cuerpo ya no resiste más por retener tanto amor guardado solo para otros.

Y como un maleficio tu carne empezó a morir poco a poco.
Esa fue tu respuesta sin ninguna palabra.
Ahora solo te resta preguntarte si morirás antes que tu amada madre.
Ahora solo me pregunto entonces, quién cuidará de ti.



Poesía.
Miguel Adame Vázquez.
16/04/2017.




viernes, 14 de abril de 2017

La luna es tu fiel testigo.


La luna siempre es un testigo inocuo de la profunda tristeza.
Sabe muy bien cuando alguien trata de disimular su oscuridad plantando alegría con los colores de la vida.
La luna sabe cuando se oculta en las nubes la desdicha.
Porque no existe alguna mirada que arroje a cántaros la lluvia de la misma penuria.

La luna sabe muy bien lo que pasa por los incontables momentos que ha permanecido inmóviles observando.
Sabe que siempre es mejor mantener la integridad que huir despavorido de los problemas.
Los problemas tiemblan por lo frágil que es el tiempo. 
La luna sabe cuál es la mejor elección para vivir sin los rencores que se guardan en la resignación.

La luna siempre escucha a los ruidos del entorno que acechan como un desafío cada vez que se pierde el quicio.
La luna seguirá ahí, a veces tan invisible que parecerá como si realmente supiera cuál es el verdadero secreto del ciclo de la vida. 
La luna sabe que no te debes de tomar todo en muy serio.
La luna sabe que los problemas seguirán ahí cayendo como un granizo de cólera enfermiza todo el tiempo.

La luna nunca cambiara ni un milímetro el derrotero de tus manos cuando ellas tocan el suelo.
Tendrás que levantarte tú mismo del error sin la ayuda de la luz que alumbre en luna llena.
La luna sabe que la eterna juventud no existe más que en el recuerdo moribundo de este mundo.
Diviértete en cada minuto que te otorgue la vida porque es un regalo al corazón de tu familia.

La luna sabe que mi descanso llegará con la sabiduría de amar un buen deseo que sueña en derrotar a todos los delirios.
La luna sabe que el cansancio no volverá a lastimar tu amor con un recuerdo fugaz y lejano.
No muestres más tu tristeza, nada vale la pena más que solo un par de lágrimas.
No te des por vencido, la luna sabe que en el fondo de tu corazón vibrará la paz que tanto necesitas.


Poesía 
Miguel Adame Vázquez.
15/04/2017.




jueves, 13 de abril de 2017

Tú infidelidad



No te importo herir a las personas que llevan tu nombre y lo consideran como lo más sagrado.
Infiltraste de mentiras al amor que te había entregado.
Los años pasaron rápido hasta que las verdaderas grietas de tu cuerpo mostraron el control de daños.
Fue más fácil para ti desaparecer solamente olvidándolo.

No debería haber sido para ti tan sencillo como cerrar los ojos a la realidad.
Pero nuestra vida juntos solo fue para ti una película mala.
En donde te pudiste salir porque no soportaste no valer nada.
La mentira y el engaño son palabras que se unen con el dolor más grande de una desolación por el tiempo perdido que paulatinamente ya no existe y a ti no te importo nada de eso.
Ni la luna llena en su magnífico esplendor fue capaz de poder detenerte con su paso.
Huiste como un cobarde desdibujo de un cariño que en el pasado sembraste.
Para ti fue más fácil decir que eras una víctima, cuando solo siempre fuiste un falso impostor.
Dejaste el amor verdadero cuando la muerte llegó a mí vida con un rebozo lleno de enfermedades, esas que te van matando lentamente.
¿Que mentira le diré ahora para justificarte a los que fueron alguna vez tus hijos?
¿Cómo fingiré alegría si el dolor es ahora ya mi único compañero de vida?
¿Cómo podré seguir creando historias de aventura en donde tú ya no eres el héroe profano?
Simplemente abandonaste un corazón cuando más necesitaba ser amado.

Te fuiste a vivir otra historia porque siempre has sido libre, pero la libertad no es infidelidad.
Tú madre nunca te enseñó a renunciar a la fe y abandonar el barco.
Infiltradas fueron tus palabras cuando decías te amo.
ahora eres un infiel mundano.

Poesía 
Miguel Adame Vázquez.
14/04/2017.

El pesimista


Tú voz me dice que soy un pesimista.
Pensándolo un poco ya no recuerdo cuándo fue que deje de confiar en el fruto de mis obras.
Cuándo fue la última vez que confíe en un sueño que termine guardándolo en el cajón de los recuerdos.
Esos sucesos que te llenan de satisfacción por haberlos simplemente logrado.

Me indigna saber que siempre al final de una oración espontánea hablará la palabra y diré NO.
Siempre al fondo, vez tras vez al final de cada idea inconclusa.
Como un modismo imposible de olvidar por el mismísimo subconsciente.
¿Qué es ser un pesimista?

Tal vez solo sea un estado negativo ante todos los sucesos de la vida.
Una defensa ante el fracaso, una excusa para todo evitarlo.
Pesimista por no esperar nada nuevo bajo la sombra de un naranjo.
Vivir sin que nada absolutamente te sorprenda porque todo ya te ha pasado.

Negativo es dudar que merezco lograrlo.
Porque es así simplemente fácil y todo debe de ser así de sencillo, como lo es el respirar a diario.
No recuerdo en donde aprendí a ser un pesimista.
No recuerdo cómo logré respirar e inhalarlo.
O si fue en una comida o en un regalo.

Tal vez no lo aprendí.
Posiblemente lo heredé del viento infame que se esparce como virus en nuestro sueños que sobreviven sin pensarlo.
A veces solo espero a que todo salga mal aún sabiendo que es una antesala de que todo siempre saldrá bien.
Porque la oscuridad es solo un antifaz por la falta de luz.
Es automático, sistemático y autómata la infelicidad infringida por un deseo desconfiado.

La realidad puede ser pesimista.
El futuro un objetivo que camina siempre de prisa.
El presente puede ser un mar de historias sin control de daños.
Un rayón en la repisa.

Una palabra que prefiere ser solo una pregunta.
Tal vez solo sea un pesimista empedernido.
Una negación en el amanecer de un ocaso.
Que simplemente todo siempre lo ha logrado.

Poesía
Miguel Adame Vázquez.
14/04/2017.





miércoles, 12 de abril de 2017

Guarda silencio y escucha.



No quiero guardar silencio y tener que escuchar el horror de este mundo.
Es cruel tener que asomarse por la rendija del infortunio y no poder hacer nada por detenerlo.
No quiero ni pensar que tal vez sí podríamos hacer algo para evitarlo.
Pero hemos olvidado en el recuerdo el amor para arreglarlo.

Alguna vez mis manos fueron lo suficientemente sensibles para hacerlo.
Solo me bastaba con tocar el cántaro roto de las desdichas.
Tomaba todos los pedazos rotos y los vaciaba de la común epidemia de la avaricia.
Nunca me importó el tiempo que se llevará para poder conseguirlo, valía la pena lograrlo.
Uno a uno cada pedazo de horror de los recuerdos marchitos quedaban en mi presente solos.
Sin ningún significado que lograra lastimarme.

Ahora sueño con la buenaventura de las palabras.
Que prometen tener un mejor futuro no solo con vivir una mejor sonrisa.
No puedo ocultar el brillo de mí alegría por cada poesía que estoy seguro romperá las cadenas que nos atan.
Nunca renunciaré al sabor de la esperanza, es como ese jarrón roto que con mucho cariño se repara.

Pronto apartaremos a todos ruidos que solo nos aturden y no permiten que hagamos un alto.
Guardaremos silencio y escucharemos el lamentable horror que envenena hasta morir a este mundo.
No será nada agradable lo que nuestros ojos descubran.
Pero tal vez, solo tal vez, solo así podíamos no renunciar a la última oportunidad que tenemos para cambiarlo.

Poesía.
Miguel Adame Vázquez.
12/04/2017.



martes, 11 de abril de 2017

Vagabundo de historias rotas.

Me había convertido en un solitario vagabundo de historias rotas.
En un caminante de la vida miserable y vacía. 
Pregonando en voz alta que ya no tenía más ganas de seguir respirando el aire puro de los bosques frondosos de las buenas cosas que te de la vida.
Culpando a otros de mi estado deplorable y pernicioso.

Recibiendo solo migajas de un amor sin ternura cuando más lo necesitaba.
Hubiera dado todo el universo por un abrazo.
Mi corazón solo era una roca adolorida y maltratada. 
Sin ganas de querer latir y amar de manera gratuita.

Me había convertido en un páramo estéril donde no crece ninguna semilla. 
Siempre viviendo con los brazos abiertos esperando que alguien sintiera piedad por mi eterno abandono.
Muchos años mi llanto oculto a esa losa que era demasiado pesada para una espalda acostumbrada a cargar tantas cosas.
Y solo entonces me dejé arrastrar por la corriente hacia la tormenta sin mostrar ninguna resistencia.

Y mi propia felicidad tan añorada se envolvió en un amargo sabor de la derrota.
Engreído fue el camino en donde me fui hundiendo sin querer dejar que otros me tendieran la mano. 
Ninguna ayuda era lo suficientemente digna para salvarme de ese oscuro espacio.
Solo fue cuestión de que se marchitaran las primaveras para que llegara el momento en el cual nadie se volviera a acordará de mí.

Y me volví solo un recuerdo olvidado.
Una fotografía vieja y rota en un rincón sin importancia. 
Necesitaba de todos y a la misma vez parecía que no necesitaba de nadie a mi lado.
Sacrifique a mi prosa haciendo ver cómo una víctima a mis versos por estar muchos años odiando el final del mismo espacio.

Hoy puedo decir que he salido del fango.
Ahora estoy donde siempre solía estar antes.
Es un poema que sueña por estar en donde siempre debió estar.
Ahora he vuelto a ser un abrazo poderoso. 

Poderoso por amar en buena medida a otros, porque el verdadero poder está en dejar amarme sin rencores y perdones falsos.
Me había convertido en un solitario vagabundo de historias rotas.
Solo lloriqueando al culpar a otros de mi estado final de abandono.
Hoy puedo decirte que ya he salido del fango y que estoy totalmente decidido a sacarte tambien a ti de ahí.

Poesía 
Miguel Adame Vázquez.
11/04/2017.



lunes, 10 de abril de 2017

Detengamos la marcha del tiempo.



Quiero detener la marcha del tiempo.
Y que en ese último segundo no se evapore la última vez.

Quiero pausar a la memoria de un ayer perdido.
Antes que el holocausto de las sombras me tome por sorpresa y desaparezca lo que queda de mis buenos motivos.

Quiero liberar a todos mis pensamientos de la oscuridad interior que nos acaece como un accidente.
Y así no tener que volver a sentir la cólera que todo lo simula.
Ya no quiero recordar cuándo fue la última vez que me dobló la estupidez de mi propio ego.

Quiero vivir la bondad que se merece por hacer un acto de amor anónimo y genuino. 
Y sentir el alivio que siente un pastor cuando rescata del risco a la última oveja perdida.

Quiero dejar de sentir la sed que te absorbe hasta dejarte solo con la angustia de no poder despertar leyendo poemas de palabras hermosas.

Quiero llenarme de esa luz que inspira a todas mis poesías llena de prosa.

Quiero recordar la primera imagen vívida de mis años cortos.
Y volver a tener el amor de mis orígenes en todos mis pensamientos y así poder ponerlos como un pretexto perfecto para nunca más olvidarme de ti. 

Quiero dejar de quitar horas al sueño.
Ya no quiero pagar el precio tan alto que se paga por dejar huir a los momentos que no existieron.
Porque no acudí por ellos a su encuentro al no dormir.

Quiero detener la marcha del tiempo.
Antes que su marcha me enferme hasta morir.
El tiempo siempre lo será todo.


Poesía.
Miguel Adame Vázquez.
11/04/2017.




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Vivir para siempre

  A ninguna parte, nunca tuve tiempo para que las lágrimas llenaran el cielo. Confieso que se fue la vida en una pincelada de gaviotas y cie...

Muchas gracias.

Queridos y apreciados lectores:

Solo tengo más que agradecimiento para cada uno de ustedes que se han tomado unos minutos de su valioso tiempo, para leer mis poemas.

Gracias al Internet, a la gran nube, he podido llegar relativamente a todos los rincones de la tierra, a toda hora y en todo momento solo con una conexión a Internet.

Me llena de satisfacción saber que muchos de ustedes son de países tan lejanos.

Espero poder seguir compartiendo en un futuro, más y más de mis poemas y tenga el honor de ser leído en su corazón.

Gracias eternas.

Su amigo.

Miguel Adame Vázquez.

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