lunes, 5 de octubre de 2020

Todo lo fuí



Todo lo fuí

hasta el ocaso,

siempre lo cubrí

con espesura.


Aciago me escapé

hasta el presagio,

nunca me filtré

por la desdicha.


Las horas las toqué

con hermosura,

no tuve empacho

hasta la ternura.


Ciego penetre

en el Otoño,

el mundo no me alcanzó

para el pensamiento.


Tu boca pidió palabras

el pecho sintió la mirada,

hundí mis raíces

en tus sueños

aún así no supe nada.


Quedé en fragmentos

de un pensamiento,

vacío recordando

el sometimiento.


El instante no tuvo ternura,

todo lo evoqué

hasta ceñirla.


Perseguí al instante

hasta que mis manos

ya no sintieron.


Acumulé un vacío 

amenazado,

aún así lo tuve todo.


Déjame un recuerdo

que no grite,

no se lo daré a nadie

en mil años.


Amar derrumba

en lo tangible,

dame un rostro

hasta el delirio.


Guardaré silencio

en lo invisible,

inmenso será mi grito

sonido que piensa

en el pasado.


Todo lo fuí

hasta el ocaso,

siempre lo cubrí

con la espesura.


Cariño fraternal y su ternura.


El Mute.


sábado, 3 de octubre de 2020

Cuánto te amé




 Cuánto te amé indefinidamente,

hasta los ojos tristes

se cansaron de no verte.


Disfruté el exilio en la pesadumbre,

en el dolor terrenal

de una ansiedad raptora.


Insistí,

hasta que las manos sangraron

de tanto escribirte.


Fuí un loco de atar,

que amó con la certeza de la luz

y el frío de una caricia amarga.


Mi sombra galopó persistente

en el fulgor de un deudo,

llorando con furia en el recuerdo.


Fuí vacío para siempre,

con mis sueños solitarios

en una palabra de invierno.


He vendido todo

por temor a que no regreses,

he olvidado tu nombre impenetrable.


Sigo de pie

en la sustancia 

de una furia que ama.


No sé si llegarán las golondrinas,

o el espacio solitario

me rodeará por siempre.


En el fondo de la oscuridad,

queda la trémula escencia

que obstinada olvida la pérdida.


Ser hombre no es sencillo,

los días continúan muriendo 

con la pena de la herida caliente.


Lágrimas sucias

que lloran la pérdida,

debería darles verguenza.


Mi boca ahoga desbordante

el pálido color

de un espejo que siente.


Apretando la desnuda memoria

que aún te quiere,

cabizbajo arrinconando el crepúsculo

sigo mi marcha.


Es mí amor

que mira el horizonte,

cómo el perro abandonado en un muelle.


Mi pecho aprendió a amarla,

ahora  se sumerge

en el reflejo de una Luna imponente.


En el fulgor de la intemperie

viene la noche,

será la última en la que los violines 

canten por siempre.


El corazón aún tiene el otoño

entre un beso rabioso,

destella el calor indestructible

que se trae adentro soñando.


Pequeña es la muerte

que no se pronuncia,

espesa es la vida

que temblando quiere.


No pude amarte de otra forma,

poco a poco fuí negándome

ente el silencio y la mentira rota.


Cuánto te amé indefinidamente,

hasta que los ojos tristes

se cansaron de verte.


Él Mute.

viernes, 2 de octubre de 2020

Me equivoqué

 


Me equivoqué

aguas tristes,

perdiendote en lo impensable.


Olvidas todo

apartándote de mis apariciones,

minúscula desición del asombro.


Y todo para qué,

mi amor es apacible

cómo un milagro que sostiene.


Míralos,

todos anhelantes

distraídos.


Pidiendo que un celular

les resuelva la vida

con un click.


Prometiendo que el próximo invierno

será distinto,

oscilando en un infinito tardío.


Sobreviviendo a las palabras

qué lo explican todo,

mirémonos.


Se resbala la vida

en una sonrisa que atormenta,

aúllan las sombras.


Mira que estrecho es el cielo,

mentira,

la mirada no te alcanza.


Silencio,

el miedo es delicado,

apenas un instante es fortuito.


Esporádico olvido,

partiendo en un ciclo

en el cual no somos protagonistas.


Me equivoqué

aguas tristes,

ellos de ti, dejándote.


Él Mute.

Epístola de amor

 


Tal vez morirás 

cómo la hoja de otoño,

aún así viviste con mucha ilusión.


Hubiese querido escribirte

cuando la desgracia

tomó de las tinieblas un trago.


Y las resecas calles

flotaron por el vacío predilecto 

de un aroma que termina.


Nosotros no controlamos el viento

es caprichoso,

anida a su antojo en cualquier mentira.


Por eso te fuiste,

cómo las moscas fúnebres

en su último vuelo.


Mañana cuando nazca el sol,

tán sólo serás 

un recuerdo diminuto.


Tal vez 

te habrás marchado para siempre,

sin la dulzura que florece de día.


Serás un recuerdo permanente

en la deriva de una caricia,

epístola que escribí con amor.


Él Mute.


martes, 29 de septiembre de 2020

Amar es cosa seria





 Dice la memoria

que la gente huye,

miedo en la zozobra.


Quién fue amado

tiene un recuerdo,

sueños profundos es cosa seria.


La víspera

es un poco analfabeta,

la soledad le va dejando su tiempo.


Recuerdo ferviente,

la nostalgia

tiene una esperanza imposible.


Así son las cosas

furia, dolor

temor a equivocarse.


Dirá la historia,

que la tarde

tiene un lucero.


Hay que ser valiente,

para no salir

corriendo.


Memoria y amores,

nostalgia y dolores,

dame un ramo de flores.


Todo es posible

con esperanza,

hay que ser valiente.


Ríete,

amar 

es cosa seria.


lunes, 28 de septiembre de 2020

El amor no espera ser amado



 El amor no espera ser amado,

acecha irreversible

cómo Dios en cada grieta.


El amor siempre lo supo,

es terso 

cómo el verso trazando.


El amor siempre hace falta

nunca disgrega

el instante o el silencio apagado.


El amor es una agonía

que acepta a la muerte,

instante que llega sin tanta mentira.


El amor es una piedra 

que sueña ser arena 

en el desierto.


El amor se equivoca 

al estar sólo,

finita caricia en la mirada.


El amor es la metáfora de un río,

viviente esclavo

de una montaña enamorada.


El amor

no espera ser amado,

porque siempre sigue soñando.


Él Mute.





 




domingo, 27 de septiembre de 2020

La Fábula





Tanta soledad en las palabras,

preferí el gemido de un sonido 

que huyera de la memoria.


Sueño con olvidar

el recuerdo doliente,

no es fácil todo mundo lo intenta.


Novedoso puede ser

no tener momentos mortales,

es triste despertar

con el anhelo fácil de la victoria.


No te defraude

me descifraste,

nunca olvidé 

que fui un ignorante.


Lo hermoso de la vida

es la epopeya valiente

de huir de lobos y serpientes.


Tanta soledad en las palabras,

he quedado suspendido

en el pensamiento de una fábula.


Él Mute.

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El tiempo es para mí

 “El tiempo es para mí” El tiempo es para mí  soy la esperanza, la mirada del agua  la sonrisa de un instante. Mi poder desmorona  el abismo...

Muchas gracias.

Queridos y apreciados lectores:

Solo tengo más que agradecimiento para cada uno de ustedes que se han tomado unos minutos de su valioso tiempo, para leer mis poemas.

Gracias al Internet, a la gran nube, he podido llegar relativamente a todos los rincones de la tierra, a toda hora y en todo momento solo con una conexión a Internet.

Me llena de satisfacción saber que muchos de ustedes son de países tan lejanos.

Espero poder seguir compartiendo en un futuro, más y más de mis poemas y tenga el honor de ser leído en su corazón.

Gracias eternas.

Su amigo.

Miguel Adame Vázquez.

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