domingo, 18 de octubre de 2020

El amor siempre nos salva




 Quédate mil años más,

estoy seguro que encontraré

otras mil formas para amarte.


Quédate con mi soledad

es sencilla, nunca escribe

con las mismas palabras.


Quédate con mi memoria,

siempre encontrará 

la manera de borrar

el desierto estéril de una garganta.


Quédate con cada uno 

de mis poemas,

ellos te quieren transportar

en un día con amor que siempre salva.


Quédate con mis noches,

no podrían vivir 

sin el porvenir irrevocable

de tu música más enamorada.


Quédate con mis temores

has enseñado a calmarlos,

convertir cada terror 

en un verso de flores.


Vivamos juntos para siempre,

en el infinito

que es tiempo presente.


Seremos inmortales,

cómo la fragancia intacta

de un noble sándalo.


La vanidad es un bastión inútil,

lo eterno

es la miel de tu amor, 

universo lleno de estrellas.


Él Mute.


18 de octubre de 1992.

Aniversario 

28 años juntos, seguiremos siendo felices, seguiremos con mucho amor intentándolo

en este mundo caótico, el amor siempre nos salva.



sábado, 17 de octubre de 2020

El instante preciso.

 


Nunca pensamos en la muerte,

para qué,

con la muerte detenemos 

el instante preciso.


Somos vulnerables,

cómo el miedo

el silencio del tiempo.


Preferimos reír con alegría

la miseria a un cuerpo herido

es una noche vencida.


Preferimos amar

entusiasmados,

un corazón que derrama

miel al viento.


Viviendo con esperanza,

risueños,

esperando el día de mañana.


Es mejor soñar

con palabras queridas,

esas que no tienen vergüenza

de sentir el interperie de una vida rota.


Es mejor sentarnos

y ver una linda película,

que mirar a la conciencia

y morir más despacio.


Morir es retirarse

a un estado quieto,

olvidarse de todo

en una ceniza.


Es mejor aprender a quererte,

cómo el abrazo hermoso

de un árbol de vida.


Cuando estemos muertos

todo será cómo un sueño,

no estaremos despiertos

no importará recordar nada.


Mejor abrir

los ojos ahora

es el momento de abrazarte,

el dolor es una piedra afligida

es mejor una rosa, es más divertida.



Él Mute.


jueves, 15 de octubre de 2020

No llores



 No llores

a veces el corazón se anega,

culpas antiguas

arrullo interminable.


El rostro refleja

las bayonetas,

tu voz rompe cristales.


No llores

agrieta la piel,

deja que la miseria

tenga madrugada.


El heroísmo agobia

la pálida tristeza

de un corazón roto.


No llores

pasará la mañana amarga,

todo se arregla si duermes

el sueño del creyente.


Cubre tu dolor

con un amor 

sin naufragio.


No importa

que tu victoria

sea un triunfo pequeño.


Permanece en el retoño,

en la esperanza de un cactus

que aún con tanto sol florece.


No llores

yo estoy contigo

sin ningún reproche.


Escucha la armonía de vivir,

es cómo un grillo

que lanza un chillido.


Rebota en lo verde

de los matorrales,

propósito humilde

de un solitario.


Víspera indeleble

tu poderío es la esperanza,

me quedan palabras hermosas

son para ti.


Él Mute.


miércoles, 14 de octubre de 2020

Saberse amado.




 Soy culpable de velar

cuando otros duermen,

tiempo incierto

la incertidumbre de la noche.


La muerte tiene 

demasiadas respuestas,

fragmentos de saberse culpable.


Velan los recuerdos

en la nostalgia,

ilusoria victoria de una metáfora.


Mi paraíso es un ruiseñor

forjado en espada,

tengo derecho de amar,

fragancia increíble del cielo.


Recuerdos olvidados,

cuando las fotos eran 

de blanco y negro,

niños.


Antiguas cosas

que recurren a la Luna 

cuando tienen miedo.


Toma mis palabras 

no sufras,

las  gaviotas vuelan 

navegando en un modo eterno.


Hasta ahí llegará

el ocaso de la tarde,

firmamento infinito 

nunca es demasiado tarde.


Sálvame

aquí te escucho,

la víspera tiene memoria.


Seré culpable

que otros duerman

en un tiempo incierto.


Nadie me dijo 

que amar no es una virtud,

así que disfruto aquí sentado

de haber vivido sabiéndose amado.



Él Mute.


martes, 13 de octubre de 2020

Ahora ¿Qué somos?

 



Nosotros fuimos

tiempo pasado,

fuimos calle,

consejos en cada instante.


¿Ahora, qué somos?

un millón condenado a la esperanza

que se cansa de la muerte.


Nos dicen cobardes

por querer amor

a la persona justa.


Hablo por mí,

han de venir

destilarán odio 

por su verguenza.


Dolorosa luz

que se irá con elegancia,

no hay nada que lo impida

la soledad es un espacio aburrido.


Nosotros fuimos,

en el bullicio

reprochabas las palabras.


Hoy,

 seduce la vida en el despojo,

no somos capaces

de comunicarnos un poco.


El mundo pende

de un grito frustrado,

que calamidad

las flores se elevan sin más remedio.


Miramos la ciudad

no está vacía,

desierta es la voluntad

que nos queda en duda.


No quiero terminar la historia

sin ningún milagro,

finge que me amas

y nosotros ganamos.


En un momento perdido

todos los años se esfuman,

no me odio por eso

soy feliz.


Quien no lo sea

que no se ponga la vacuna.


Escasa profundidad 

que se imagina sanandose,

entre el mundo y la maldad

existe espacio para amarse.


El Mute.



lunes, 12 de octubre de 2020

Yo te salvé, me gritaba





Quién puede dormir con los remolinos

revoloteando con fuerza,

tan veloces que la mente queda vacía.


Serán ideas al margen de un instante,

quizá no hayan nacido

y solo sean la historia

al filo de la propia muerte.


Encima de todo

debería sentir el silencio por dentro, 


es quieto,

hasta la misma redención.


Casi desnuda

con la mirada hambrienta,

quiere quedarse contigo.


A gritos lloriquea  impaciente,

cómo un tifón 

garabatea tu nombre

cómo su única ocurrencia.


Yo te salvé

me gritaba,

me daba pena tanta llovizna

así que sentado seguí inflexible.


La música fluyó en mis oídos 

nunca la escuché,

para qué,

siempre he tenido muchas letras

fluyendo literarias.


Aquí dónde viví

nunca ha habido coyotes,

empiezo a extrañar

el aullido de la noche.


¿Qué ha sido de ti?

¿acaso habrá otro mundo

en dónde los coyotes 

brinquen alegres en la arena del mar?.


Sin ti,

la mente queda vacía

y no puede dormir.

El Mute.

domingo, 11 de octubre de 2020

No te olvides de mí

 



Hay quien olvidándose de mí

se olvidan de sí mismos, 

inagotable es la eternidad

de existir en sus ojos perdidos. 


Mirada que contempla el tiempo

en cada momento, 

dividiendo el amor en cada segundo.


Al principio llegó una paloma,

solitaria miraba el camino

buscando en el campo 

su alimento seguro.


Llegó otra paloma, 

juntas soñaron con tener un nido, 

pronto serán más que dos palomas 

vuelan felices con su cariño. 


Ahora observan desde lo alto 

regresan al mismo terruño

su vuelo es seguro, 

el cielo dejará intacto su lugar querido. 


Ellas no se olvidarán de mí, 

se dan cuenta que las flores 

son su amoroso testigo. 


Inefable es la realidad 

de una esperanza, 

hermosa es la idea sin la incertidumbre 

de escuchar sólo palabras. 


Penumbra precaria 

qué en la ceguera 

guarda silencio seguido. 


No te olvides de mí, 

aún la muerte 

está lejos. 


Tus ojos los sufrí con una mirada,  

la memoria también supo 

cómo regresar al nido. 


Él Mute. 




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El tiempo es para mí

 “El tiempo es para mí” El tiempo es para mí  soy la esperanza, la mirada del agua  la sonrisa de un instante. Mi poder desmorona  el abismo...

Muchas gracias.

Queridos y apreciados lectores:

Solo tengo más que agradecimiento para cada uno de ustedes que se han tomado unos minutos de su valioso tiempo, para leer mis poemas.

Gracias al Internet, a la gran nube, he podido llegar relativamente a todos los rincones de la tierra, a toda hora y en todo momento solo con una conexión a Internet.

Me llena de satisfacción saber que muchos de ustedes son de países tan lejanos.

Espero poder seguir compartiendo en un futuro, más y más de mis poemas y tenga el honor de ser leído en su corazón.

Gracias eternas.

Su amigo.

Miguel Adame Vázquez.

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