Jamás
casi nada,
soñamos.
Eterna ironía,
la noche se repite
con estrellas.
Lo dejaste,
hasta el frío
se siente.
Lo he perdido,
odisea
de un olvido.
Lamentos
mira la mañana,
el hábito se hace verso.
Cualquier escribe
oscuramente en agonía,
difícil abrumar con ya sabía.
Casi siempre obedecí
es mentira,
era un sueño que sentía.
Lo dijiste
arrepentida,
no eras eso que moría.
Lo he perdido
con el tiempo,
fue mi culpa, lo sabía.
Jamás
dije nada,
la metáfora preferida.
Él Mute.
Aquí te espero,
seguiré buscando
hasta la última batalla.
Con la luna en octubre,
tan fría
que el gato sale de aventura.
Así es la vida
triste costumbre victimaria,
sentiremos el instante.
Casi toqué el universo,
vaga espera en la penumbra
conversa.
Aquí te espero,
reposando el fuego
en una moneda.
En una noche
con sus sombras buenas,
así son las cosas en el crepúsculo.
Doliente olvido
que es eterno,
fugaz reflejo de la aurora.
Que tan lejos
puede ser el caos,
no hace falta la mirada.
Aquí te espero
secando los mares
de una tormenta.
Con el único consuelo
de un laberinto
indivisible.
Esta mañana
miré a lo indefinido,
el aire sigue igual.
Brisa tenue
que al principio extraña
a la humanidad del subconsciente.
Que buenos actores somos,
la soledad
es un espacio triste
Quien sabe
sí el tiempo
amanece extrañando un poco.
Construimos una nube
de angustia
y silencio.
Nada perdura
en la vida inquieta,
apenas quedan las dudas atónitas.
De qué otra manera
llenas un gran vacío,
el dolor es tedioso con tanto olvido.
Te propongo una cosa distinta,
amemos
igual ya estamos rotos.
El Mute.
los jazmines lo saben,
frío antiguo.
Algo me ha dicho la montaña,
sándalo
viene la nieve.
Recuerdo
de almendras dulces,
cuánto lo siento.
Mi sueño de noche
en las fragancias,
el huerto lo sabe.
Te perdí,
la luna se alarga
en su luciérnaga.
El tiempo consuela
con cada verso perdido
en el olvido.
El polvo es frío
atardecer despacio,
vago recuerdo de un día.
Viene noviembre,
se hace costumbre
morir con una corona de espinas.
Coronavirus
liturgia con tanta agonía,
el mártir es una espléndida metáfora.
Él Mute.
Soberbia
súplica insensata,
el llanto no tiene esperanza.
Miedo,
simulación,
la sombra es un histrión de poca monta.
Difícil es borrar el cosmos
y elegir el caos,
siempre lo haces por otra cosa.
Escribe un poema
que libre a los prisioneros
de su celda rota.
Silencio, una vez más silencio,
quizás esas personas
están salvando al mundo.
No lo creo, qué importa,
mi desventura es ser poeta,
no digo mentiras cortas.
Infamia,
el desierto agolpa estéril
la verdad que tanto sueñas.
Imperio del infinito, tiempo muerto,
nunca nos veremos sembrando
más que composta.
Crónica secreta que nadie escucha,
crepúsculo,
nunca serás mía con esas cosas.
Él Mute.
Quédate mil años más,
estoy seguro que encontraré
otras mil formas para amarte.
Quédate con mi soledad
es sencilla, nunca escribe
con las mismas palabras.
Quédate con mi memoria,
siempre encontrará
la manera de borrar
el desierto estéril de una garganta.
Quédate con cada uno
de mis poemas,
ellos te quieren transportar
en un día con amor que siempre salva.
Quédate con mis noches,
no podrían vivir
sin el porvenir irrevocable
de tu música más enamorada.
Quédate con mis temores
has enseñado a calmarlos,
convertir cada terror
en un verso de flores.
Vivamos juntos para siempre,
en el infinito
que es tiempo presente.
Seremos inmortales,
cómo la fragancia intacta
de un noble sándalo.
La vanidad es un bastión inútil,
lo eterno
es la miel de tu amor,
universo lleno de estrellas.
Él Mute.
18 de octubre de 1992.
Aniversario
28 años juntos, seguiremos siendo felices, seguiremos con mucho amor intentándolo
en este mundo caótico, el amor siempre nos salva.
Nunca pensamos en la muerte,
para qué,
con la muerte detenemos
el instante preciso.
Somos vulnerables,
cómo el miedo
el silencio del tiempo.
Preferimos reír con alegría
la miseria a un cuerpo herido
es una noche vencida.
Preferimos amar
entusiasmados,
un corazón que derrama
miel al viento.
Viviendo con esperanza,
risueños,
esperando el día de mañana.
Es mejor soñar
con palabras queridas,
esas que no tienen vergüenza
de sentir el interperie de una vida rota.
Es mejor sentarnos
y ver una linda película,
que mirar a la conciencia
y morir más despacio.
Morir es retirarse
a un estado quieto,
olvidarse de todo
en una ceniza.
Es mejor aprender a quererte,
cómo el abrazo hermoso
de un árbol de vida.
Cuando estemos muertos
todo será cómo un sueño,
no estaremos despiertos
no importará recordar nada.
Mejor abrir
los ojos ahora
es el momento de abrazarte,
el dolor es una piedra afligida
es mejor una rosa, es más divertida.
Él Mute.
Ego qué fácil es perder la fé, testimonio del silencio en un instante inaudito. Soy el viejo poeta que quiere a los gatos, que cuenta a las ...
