
Mi dolor sobre un atardecer que fue soleado ante el viento suave y frío del firmamento.
Escucho el inquieto momento que se precipita de prisa bajo la lluvia tibia de mis sueños.
La meditación del ayer cuando ya ha transcurrido el tiempo.
Escucho el triste grito sin esperanza y olvido.
La música lejana que prefieren mis oídos.
Escucho la minúscula partícula de polvo impactar en mi rostro sin causar ningún gesto expresivo.
Escucho mi corazón palpitar con mucha fuerza por un horizonte tardío que todavía no llega.
El futuro será mejor.
Poesía.
Autor
Miguel Adame Vázquez.
Octubre 2011.
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El comentario que nutre. muchas gracias.