soledad de mis pesares,
resplandece el mar
en mi recuerdo tardío.
Algo me preocupa
suspiro,
todo estará bien
desde aquí veo a los girasoles.
Siempre he caminado
con el río arriba,
siento como el agua choca
en mis rodillas.
No me harán tambalear,
desde aquí se ve el monte
sin la deriva
de una inmensa noche.
Tus ojos se empañan,
bajo el cubre bocas
se nublan las cosas.
No pierdas el ánimo,
después del arrebato
cruje la aurora en gloria.
La penumbra
no debe ser el fin
de los corazones.
El amor lo puede todo,
espera
trás esa puerta
esta a quien amas a borbotones.
Hoy no puedes distinguir
el suave aroma de las flores,
te duele el pecho
no es la nostalgia.
Te quedas sin fuerza
no puedes gritar,
no estés triste
pronto podrás oler a esas flores.
Aquí te espero,
regañando al mundo
porque tiembla
de dolor.
No estoy confuso
un poco débil,
el sabor de un cansancio nocturno
invade mis pulmones.
Lucha
lucha fuerte,
el fulgor tiene sabor
a un lucero de colores.
Te espera el café caliente
el bello junco
una manzana sin boca triste,
tus pantuflas quieren abrazarte.
No importa que esté atado
a un tanque de oxigeno,
te amo igual que antes
que la ribera se ocultará al sol.
Nace la esperanza con amor
no olvides tu sonrisa,
cuando la estrella de la noche
encienda la brisa
de unos ojos emocionados
por amarte.
Aquí estaré
como siempre
emocionado
por poder amarte.
Miguel Adame Vázquez.
23/05/2020.
Con cariño
N y JS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se vale la critica que propone.
El comentario que nutre. muchas gracias.