Se ha hecho costumbre morir,
morir duele,
es cómo olvidar
la sombra de las cosas
que te dieron vida.
Es una aflicción inaudita,
solemne,
catastrófica.
Es cómo un duelo
que huye temprano,
un elogio postrero
bajo el llanto de un recuerdo.
Se ha hecho costumbre morir,
siglos y siglos
agitando el caudal
de un infinito.
Crepúsculo nocturno
que nunca duerme.
Pronto el desierto
será un río
que arrastra la espada
de la propia muerte.
Quiero estar ahí,
juntando cada palabra
en un poema que vivirá
para siempre.
Él Mute.
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