Este es mi secreto,
aquí te espero
en el olvido de un amor
proscrito.
Fue tuyo,
hierro forjado
en el desierto.
Una noche,
sólo dame una noche,
te haré surgir
en la memoria que sueña.
Este es mi secreto,
todos lo vieron,
hasta la muerte
que siempre espera.
En el paraíso
la noche enamora,
tiene un aroma
que nunca olvida.
Sólo dame una esperanza,
no hay nada más valiente
que un amor triste
en sus anhelos.
Suave es la noche,
cuando la plegaria abraza.
Ahí te soñé,
cálida como el abrazo
de un verbo que consuela.
Aquella noche
me dejaste en el aire,
inmóvil,
detenido en el tiempo que cura.
Te pedí que no lo hicieras,
ese abrazo lo fue todo,
su cuerpo fue mi montaña,
Ahora
retoña la ceniza suspirando
de poco en poco.
Todavía siento el corazón
y tu boca,
sin ninguna palabra.
Él Mute.
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