Fuiste siempre
un colapso en mi memoria,
lo sé
no importó,
te tuve y lo vivimos
el infinito es lo que fuimos.
Y hoy
lo sigo siendo,
recuerdo insolente
que acaricia las praderas,
con un verso inconcluso
que ama tus maneras.
Y quiero tenerte
porque soy un necio
que no aprende,
para qué pensar si todo es un error
el universo nunca es de dos.
Y lo que viví tiene su tiempo
se esconde hasta de su pensar,
no me importa,
se que si muero despertaré
porque para Jehová soy especial.
Y eso es lo que importa
vivimos callando las cosas,
nunca más ya más silencio
amar no es poca cosa.
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