sábado, 28 de julio de 2018

Nunca podremos amarnos.



No podemos tocarnos,
en sueños vagos te sueño
con la palabra angustiosa de un castigo
con los acentos rotos y repetidos de un adiós.

En la angustiosa metáfora
de un doloroso amorío
llevas hurtado el nosotros
desde que no respiras conmigo.

Hemos disuelto las voces
en un sarcasmos prohíbo,
mil abrazos en el sollozo
en un nunca estamos perdidos.

Nos hemos quedado perdidos
en la nieve de las montañas
como el último llanto de un niño,
en el crujir de un abrazo de un profundo frío.

No podemos amarnos,
se nos acaba la vida en un instante vivido,
cuántas cosas hubiera querido decirte,
te olvidaste de mi amor en las tinieblas de un suspiro.

Ahora solo te murmuro en la lejanía de un recuerdo,
es como la escoria estéril
de un cielo marrón en la desdicha de un olvido,
un beso en el tiempo en un túnel perdido.

Fuimos una estrella que se consume
en la pasión lejana de una existencia en el cosmos,
todo lo fué insignificante,
el tiempo se extinguió.

Quede sin poder amarte
en el sencillo lirismo de mi mejor poema
no podemos tocarnos
aunque imploró al silencio escuchar tu voz.
Miguel Adame Vázquez.
28/07/2018.

A la mejor musa de nuestros sueños,
a esa imagen difusa que no existe,
que solo inventamos para seguir intentando
amar y escribir sin esperar nada a cambio.

viernes, 27 de julio de 2018

Si tan solo pudiera



Si tan solo lo hiciera,
si tan solo escribiera
lo que ven mis ojos y mi mente calla,
tal vez no sería un cobarde
que no le alcanza el océano para contener el llanto.

Es tanta la indiferencia que se amontona
entre los días sin sueño,
que no puedo cruzar la mirada en un olvido abstracto,
ignorar el caos de los vocablos de una voz en su silencio.

Si tan solo fingiera y pudiera pasara de largo
refugiándome en la fuga de un sueño lastimero,
el castigo por la angustia
no sería mi secreto.

Si tan solo supiera guardar silencio
sería un imitador en un círculo completo,
nunca aprendí a naufragar en tu nombre
y palpar mudo el frio de tu cuerpo.

Si tan solo pudiera en mi orfandad
perdonar la tristeza mutilada de un te quiero,
pero fué inútil,
las preguntas se amotinaron en un libro enfermo y viejo.

Si tan solo supiera.



27/07/2018

El Mute.

jueves, 26 de julio de 2018

El rastreador





Los desaparecidos, tierra de nadie
ausentes entre la angustia,
fueron víctimas de guerras con odio,
amargura eterna que nunca descansa.

La esperanza se enferma  
cuando la melancolía está vacía
nadie la extraña,
a pesar del dolor que llevamos a cuestas.

Hay preguntas que no tienen respuesta,
una madre nunca debería llorar a sus hijos,
la lluvia nunca lavará la incertidumbre
de no saber en qué puñado de tierra
están los huesos de un olvido.

Hiede la herida que calla,
es la miseria del horror,
una palabra que deserta en la clandestinidad
de las cosas que no burlaron la muerte.

Quisiera cerrar los ojos y despertar de nuevo,
sin secuestros y tortura,
sin los cuerpos tirados vivos en el desierto,
abandonados en el mar que se traga a los niños sedientos.

Hambre,
sueños inconclusos,
pies descalzos que nunca tuvieron que zarpar del nido,
pedazos de rostros sin nombre y recuerdos.

Nunca se podrá reemplazar la pérdida
con una canción que sangra con tanta derrota,
lazos rotos que duelen de tanto sujetar
lo que no se tiene,
¿Quien te dijo que los monstruos no existen?.

Quisiera cerrar los ojos y que nada de eso existiera,  
un mundo sin caudillos y confesiones,
sin pérdidas que nunca tendrán reemplazo,
sin tener que redimirse en las huellas
que bordaron sus pasos.

Los desaparecidos son de todos y no son de nadie,
me duele ver con mis ojos
a un niño rastreador buscando,
busca a su madre en su último arrullo de amor.

El mute
26/07/2018.


‪"El rastreador", un poema de MiguelAdame via @poemame_poesia http://poemame.com/story/el-rastreador‬

La tierra




La tierra arde,
el fuego devora los momentos
que el temor no paraliza,
voces que nadie escucha en el último abrazo,
antes de encontrar la salida,
cenizas,
el peligro es un asesino que nunca avisa.


Agua,
llueve a cántaros,
como si el cielo quisiera vaciase de algo,
del odio inconsciente de las personas con avaricia,
que prefieren matar la cosecha
que regalar un gramo de harina para saciar el hambre.


No tuvimos tiempo,
el agua creció hasta llegar al cuello,  
ya no habrá ningún desierto
que en sus espejismos se burle de la sed eterna que tenemos.


El sol,
calor inmune
que consume poco a poco el pensamiento,
hasta quedar como un manantial seco
consumido por el estéril amor que ya no traemos adentro.


El aire,
nauseabundo dolor que envenena a los cuerpos,
los pájaros yacen en el suelo,
inertes,
ya su canto es comida de roedores fervientes de un solo deseo.


La tierra,
estamos destruyendo la tierra
no vemos los mensajes del cielo
morimos sin ruegos,
viviremos si no somos ciegos.


El mute

26/07/2018.

martes, 24 de julio de 2018

La muerte del hombre



La muerte del hombre
se conversa en un poema,
entre la frontera de una locura
y una absoluta doble moral.

En el perdí el límite que fingía detenerme
me fui precipitando hasta el último rincón de un libro,
de una vida que no se arranca en una hoja
fingiendo ser el último acto poético antes de partir.

Nunca fueron suficientes
ese montón de páginas blancas
para darle vuelta a la historia,
siempre basta un poco de drama para hipnotizar.

Desagregarse hasta borrar las huellas
de una identidad que ya no mira tanto para adentro,
es como ese poeta interno
que se conforma con saber de la profunda verdad.

La última agonía huele a un silencio putrefacto
por todas las palabras que no se alcanzan a digerir,   
se quedaron en el tintero de poder escribir de nuevo
antes de tener que dejar de poder vivir.

Te compre una pequeña rosa
hecha con un pedazo de tela roja
terciopelo sutil que se nutre sin querer
de lo bello que es amar sin pretenderlo.

Solo te pido que la dejes en mi descanso eterno
como un acto supremo de merecer sin fallecer,
hasta que el terror derrumbe la existencia
y el miedo se inmiscuye con poder querer vivir.

Tembló en mi subconsciente en sufrimiento,  
con la demencia atormentada por completo
por tanta esperanza corroída con pocos besos
después de tanto intento no querer partir.

El mute
25/07/2018.

domingo, 22 de julio de 2018

En un cielo anaranjado



Te soñé navegando en las aguas del olvido
¿Como son?, me preguntaste,
son inmensas
tan azules que se pierden en un efímero respiro.

Ojalá cuando llegue a viejo
me leas también como yo te leo a ti ahora,
sin la respiración agitada
y el dolor en el pecho cada vez que te respiro.

Sin esos pequeños espasmos de humor
que en vaivenes innegables
a veces son felices y a veces son amargos,
como esa abrupta acidez que te sube del cuello.

Y te enseña lo abandonado que te sientes
después de una tormenta estruendosa,
vil y oscura negación absurda
de no poder comprender tanta sabiduría.

No fue un sueño, eras tú
y estaba yo flotando a la deriva
en la inmensidad de un reflejo anaranjado
de una puesta de sol que nunca termina.

Después de tanto navegar sin rumbo fijo,
en tantos sueños,
nos dimos cuenta de lo apartados que estamos
del amor verdadero.

Regresemos a la mar a luchar
con la furia incontrolable que ya no tenemos,
tal vez después de la tormenta
podamos encontrar un poco de paz verdadera.

El mute
22/07/2018.

viernes, 20 de julio de 2018

Hay días en que nadie sabe nada más que solo callar.



Solo un pedazo de soledad
como un soplo de sueños con fe
de esos que se tejen en la noche
al pie de un vacío que se desmorona brincando a la muerte.

El último favor que te pedí
fue que me dejaras un poco de tu amor
antes que la vida me pidra el traje
y la vieja mirada se olvide de ver.

Como aquella vista que se interrumpe en la noche
cuando el párpado cerrado de la conciencia
vaga entre las lágrimas oscuras de la otra dimensión,
no me equivoco al pensar que todavía me quieres.

Aunque es incierta la desazón de un olvido
es injusto no tener un poco de vergüenza
es preferible vivir en el exilio
que verse en el espejo de la fútil vanidad.

Últimamente me he podido dormir en todas partes
con cada ronquido ahuyento a las horas
que en su rebeldía me roban la poca inocencia
de mi respiración agitada por el exceso de peso.

Tu amor era para mi la perfecta ancla en un mar sin brisa
el mejor pretexto para olvidarme de las hojas grises de un otoño
que se acerca a toda prisa a esa infancia que se olvida
cada vez que la belleza de la vida se esfuma en cada parpadear.

Te olvidaste de cerrar la puerta en tu partida
como un esposo me quede en la luna
esperando a una nube para poder retornar,
hay días en que nadie sabe nada más que solo callar.

El Mute

20/07/2018.

Con Cariño para mi amiga Maulita.

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El tiempo es para mí

 “El tiempo es para mí” El tiempo es para mí  soy la esperanza, la mirada del agua  la sonrisa de un instante. Mi poder desmorona  el abismo...

Muchas gracias.

Queridos y apreciados lectores:

Solo tengo más que agradecimiento para cada uno de ustedes que se han tomado unos minutos de su valioso tiempo, para leer mis poemas.

Gracias al Internet, a la gran nube, he podido llegar relativamente a todos los rincones de la tierra, a toda hora y en todo momento solo con una conexión a Internet.

Me llena de satisfacción saber que muchos de ustedes son de países tan lejanos.

Espero poder seguir compartiendo en un futuro, más y más de mis poemas y tenga el honor de ser leído en su corazón.

Gracias eternas.

Su amigo.

Miguel Adame Vázquez.

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