Todos te abandonaron
la mañana,
las causas funestas.
Fueron borrando la tarde
las distancias,
el don del verso.
Te quedó la música
el amor,
la batalla por dentro.
Perderse fue errante
delirio lento del tiempo,
la sonrisa de un cosmos completo.
Ahí te encontré
completo,
en la tesitura de un reflejo.
Tú historia concibió el derecho
de cambiar las palabras
por un poco de universo.
La Luna te protegió de la hoguera
perplejo,
supiste seguir con los ojos abiertos.
Él no te dejó,
preciso
quiso pronunciar tu nombre de nuevo.
Él también quiso que yo fuera poeta,
aprendí lo imposible
todo es posible en la tierra.
Muy buen lenguaje poético con fragmentos impactantes. Felicidades.
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