Quiero mudarme a las nubes
antes que colapsen agonicas,
que el zumbido de las voces lluevan
y lloren afonicas.
Que no sea necesario
soportar la rigidez terrenal
de una palabra marchita.
Que el canto sacuda a la voz
sin la muerte de una mentira
moribunda.
Quiero encontrar la paz en el perdón
no sorprenderme del amor,
de los besos donados
que nunca fueron olvidados.
Quiero volar en el cosmos
tal vez será sencillo,
lo difícil es aterrizar
a dónde viene el cinismo.
Quiero vibrar en el aire,
que aletee la palabra
en el vértigo pretencioso
de su estridente mañana.
Quiero galopar en el furor
de un intento de una noche sonora,
esa que en el frío pregona
nostalgia y zozobra.
Quiero tomar de las sombras
su oscuridad,
sin deshojar la flor
que amarga depura su flora.
Quiero atar mi esperanza
a un sueño audaz,
que el amor no sea
un eclipse enfermo por no verte.
Que no duelan las sábanas
de un furor lastimero,
alejarme del incendio
viviendo en la agonía
del destierro de un deseo nuevo.
Quiero sentir el calor de un huerto,
de las hojas que caen
sin tocar el suelo.
Quiero jugar a los sueños,
que la muerte
no sea tan eterna
cuando la vida tiene su prisa.
Maquinista Mute.
Me gusta el final. El "querer" es como un sueño, hasta por definición diría.
ResponderEliminar