Esta mañana
el mundo entrando,
apenas distingo la distancia.
Náusea,
con fuerza la vida
gira bruscamente.
En mis ojos
entra la mañana,
mi memoria está triste por ti.
Mi humanidad
inconscientemente
se angustia por un suspiro.
Tan solo un suspiro,
fugando los sentimientos
en el ruido
de un concentrador de oxígeno.
Los mercaderes pasan
en su éxtasis,
no hay quien compre
Un poco de frustración.
Nada perdura
en la innumerable inestabilidad
de un minuto agitado.
Dentro de mí
queda desierta
la nostalgia.
Oprimiendo el pecho
en un desierto
casi furioso.
Quiero anclar
la imaginación
aún racimo de rosas.
Romper el aire
con un grito
a todo pulmón.
Mi corazón es una nave vieja
que quiere navegar
en la convulsión de una tormenta.
Maquinista Mute.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se vale la critica que propone.
El comentario que nutre. muchas gracias.