Reclamé felicidad
como si la felicidad se pudiera dar
cuando no se sabe cómo regalarla,
no debí intentar comprar ese derecho para mi.
Nací con el deseo de ser feliz
por todo el tiempo
que se transcurre en lo inmediato
¿cómo se me olvidó ser feliz?
¿cuándo me extravié al imitar
a ese aniquilador de sueños grandiosos?.
Perdí la brújula al gatear a ciegas
por un sendero espinoso
siempre estaba mirando hacia arriba
como si solo buscara la aprobación
en un cielo y sus estrellas.
¿Qué me hizo olvidar cómo se puede ser feliz?
cuando aprendí a respirar fue tan automático
que pensé que ese era mi único propósito,
sonreír ante la indiferencia de un mundo caótico
que envidia con sus deseos y miserias.
¿Qué me hizo ser feliz?
fue un amanecer esplendoroso
que me dio el verdadero valor eterno
para poder aprender a vivir con gozo,
con un único motivo que me ayudó a comprender
que el conocimiento abre los ojos,
en esos años que transcurren con su tiempo
y sin prisas por los muchos escalones con tropiezos.
Nunca seré feliz
si solo deseo tener un nido caliente
con abrazos de un lugar amado
en donde puedo escribir
mis más osadas historias.
No lo seré con soñar con ese barquito
que me lleve mareado todo el tiempo
por un azul esplendoroso y lejano
que tanto se extraña al remar.
La felicidad nunca ha estado fuera de mi
lo está en el deseo genuino de ser feliz,
¿y si logro volver a ser feliz?
¿acaso volveré a ser amado de nuevo?
¿que seré para ti si vuelvo a ser feliz?.
¿A quien le he dado ese poder?
porque la abundancia nunca se adquiere con miseria,
cuando el interior está vacío
simplemente se vuelve un deseo profano,
la felicidad se regala para siempre
porque nunca se compra con los bienes
que no son verdaderamente queridos .
Reclamé felicidad como si fuera algo
que se puede pedir simplemente
y ahora soy feliz,
¿Cómo te puedo ayudar
para que seas feliz nuevamente?.
Poesía
Miguel Adame Vázquez.
17/12/2017.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se vale la critica que propone.
El comentario que nutre. muchas gracias.