El año que viene
buscaré el río y sus acacias,
miraré el cielo con ternura.
Con un poco de asombro
desfilare en timidez
por los silencios del tiempo.
No haré preguntas con urgencia,
juntaré las palabras
con mucho asombro.
El año que viene
dejaré morir las asperezas,
no contaré cuerpos en una sala de espera.
Seré feliz en lo ruidoso,
en un respiro absorberé violetas
sin la tormenta.
No escribiré a los amigos
con heroísmo,
seré un visitante a ellos en lo finito.
El año que viene
seré infinito en lo infalible,
continuaré envejeciendo,sintiéndome niño.
Tomaré ginebra en coco nuevo,
un dulce suave
con sus desvelos.
Nada impedirá el tumulto
sin respiradero,
sentiré frío pero no miedo.
El año que viene será implacable,
convertiremos en jungla
nuestras verdades.
Seremos imprudentes
con piel desnuda,
cuánta vida, es para siempre.
Pasará el noticiario de largo
vago recuerdo insomne,
seré Miguel y su mochila.
El año que viene.
Él Mute.
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