Dicen que las palabras
nunca se olvidan,
que son cómo máscaras
sonrisa marchita.
Yo creo que son eternas,
se respiran cómo el aire
en imperiosa agonía.
Las palabras a veces
son inmutables,
cómo un cárcamo roto,
un dolor sin salida.
Las palabras exigen
una hermosa aurora,
qué mejor alegría
que una esperanza dichosa.
Dicen que las palabras
son salvajes y agudas,
lo que pienso enseguida,
son confusas y riman.
Llenan la noche
con el candor de una boca,
a veces se pierden
con mácula rota.
Las palabras
son un crepúsculo antiguo,
deshojan las flores
alardeando a las rosas.
A veces incautan
un poco de estrellas,
sonidos sordos
que cazan cometas.
Dicen que las palabras
son cómo leche fresca,
tus labios sonríen
millones de cosas.
Las palabras ardientes
son perfumes y espigas,
dulces fraternas
inquietas dispersan.
Tus palabras repiten
un grito herido,
lo escucho profundo
no es la muerte,
son puros quejidos.
Dicen que las palabras
nunca se olvidan,
las tuyas las traigo
sujetas y vivas.
Son poesías
que trascienden,
melodioso recuerdo
que motivan mi vida.
Él Mute.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se vale la critica que propone.
El comentario que nutre. muchas gracias.