El cielo lloró sin alegría
nada me previno de lo que es incierto
esperé que llegara la tristeza
fue tan cruda como la muerte cuando acaricia a una vida.
Esperé impaciente un golpe de amargura
pero el tiempo desmoronó en su letargo mi osadía
como una pena fiel que saborea con su tortura
me quedé inerte ante la quietud que nunca olvida.
Añore tus mil amores con toda mi melancolía
la impaciencia falló en la esperanza que es eterna
no encontré tu voz con dolores y fatiga
la ausencia perseguí sin descanso y sin mentiras.
Extrañe con mi tristeza tu partida
nunca olvide el jazmín con su aroma interminable
en la altivez olvide con timidez a un pensamiento
que deseó emerger en lo profundo que es la vida.
Viví en los misterios de un recuerdo pasado
hasta que el tiempo desdibujó mi camino
quise sobrevivir a la odisea de no tenerte
pero en la cruel batalla perdí mi locura.
La luna ahora canta desde el umbral de los sueños
es una voz querida que acaricia con ternura
ya es muy tarde hoy, se ha hecho vieja mi vida
seguiré mirando hacia un cielo que llora de alegría.
09/04/2018.
El mute.
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