A veces
la luz cambia
se borran las palabras,
el mundo esconde a los sueños
en un ocaso sin pena.
A veces
no existen los adjetivos
el fuego es suficiente
para cubrir con asombro
un poco de guerra.
A veces
no puedo quedarme quieto,
se nublan los mitos
la memoria fallece en la verbena.
A veces
los posibles desgarran
luces y sombras,
el pensamiento huye
en una emboscada dolosa.
A veces
el arcoiris susurra silencio,
no existe el relámpago
con tan poco gozo.
A veces
el otoño es textual
sobra el olfato
para hacerle uno el loco.
A veces
la muerte quema con tanta certeza,
no existe el amor con odio
la lluvia ya mengua.
A veces
la cama es muy angosta,
la pérdida vuelve
sin tanta extrañeza.
A veces
solo es cuestión
de tocar un poco de fondo,
comprar dulces,
sentarse en la acera.
A veces
el presagio trae más dudas
que tristes certezas,
que no te agobien las penas
insiste,
bien vale la pena.
Él Mute.
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