Al otro lado de este poema
está el poeta,
el que ríe y llora en un verso,
el que no duerme
porque cree que es leyenda.
El que ama y grita
desafiando a la muerte,
que piensa en el cosmos
cómo si fuera a tenerse.
El que existe porque existen otros,
que su alfabeto está roto
por un verso converso.
Del otro lado
está la hoja que le gusta la pólvora,
que dedica el prólogo
a un epílogo que le sabe a maestro.
Que ha desviado un epigrama
en el códice de tus antepasados,
que se sabe romántico
porque su lenguaje es dulce.
Que a punta de sueños
aquí se encuentra,
en el cementerio estéril
de un desencuentro.
Del otro lado del poema
está el poeta,
se llama Alejandro
para mí es lo que cuenta.
Él Mute.
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El comentario que nutre. muchas gracias.