Ven conmigo
con cada herida
de mil batallas.
Frágil es el mundo
en su deshielo,
grita el dolor
hasta su alarido supremo.
Ven conmigo
juntaremos el frío,
sin la tristeza
de la sombra oscura.
Respira,
la belleza reposa
en su infinita forma
inconmensurable y loca.
Sonríe
tienes la cura,
tesitura de un poema imaginario
que nunca es poca cosa.
Que la espuma acaricia las olas
que el futuro no agobie,
la noche es sólo noche
sueños sin ningún reproche.
Que la mirada triste
no sea tu nombre,
que la acuarela de la vida
no controle los bellos colores.
Ven conmigo,
llenaremos el principio
de equilibrio.
La agonía
es una quimera,
que el frío
no termine las palabras.
No tengas miedo
yo te creo,
tienes el poder
de convertir espinas
en hermosas rosas.
Ven conmigo
con cada herida de mil batallas,
les pondremos amor
en su mirada.
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