El último cometa
impetuoso,
frío,
huyendo.
La vida se evapora,
esencia,
como un rumor
que se asoma triste.
Camino hacia el deshielo
de pie,
hacia la estrella que amo.
Iluminando campos desiertos
despiertos,
cada día en el horizonte
de un crepúsculo.
Voces sin eco,
el porvenir se olvida
de la miseria humana.
Jamás olvidaré el amor
delirio,
el cielo está vacío
sin tus caricias.
El último cometa
triste viento,
ya no existe el telégrafo.
Que la tierra te perdone
cuando tiembla,
profunda paz
es tiempo de guardar silencio.
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