La última Luna
la más grande,
fría,
cómo una hora desierta.
Luna inestable
la del recuerdo,
fulgor de media noche
en el sobresalto.
La última Luna
trasparente,
girasol enloquecido
por el esfuerzo de no ser triste.
Luna invalida,
pérdida
inmóvil que suspira,
la del poeta.
La última Luna
la libre
la del no retorno,
la que se ama de veras.
Luna hambrienta de amor
inmensa,
humilde, heroica
infatigable.
Luna de acero
raída por recuerdos,
recién nacida
poderosa.
La última Luna
cotidiana en su existencia,
impregnada de luz
en el cataclismo del amor.
Luna del silencio
asustada,
deletreando el universo,
resiliente.
La última Luna
reloj de arena,
amada, curada
inmensurable.
Luna existente,
la más creyente
la que sueña,
la que será feliz.
La luna es para siempre.
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