Despierta
que tu silencio se vaya,
tus labios
tumbas de dulces sonidos.
Te amo,
con el secreto incomprensible
de una noche frágil.
Que tus caricias
consuelen el vivir
que ahora siento.
Cada instante que pasa
sin tu mirada,
es un caótico sueño
que grita desesperado.
Que el sendero perdido
rápido te encuentre,
dejaré abierta la ventana
para que llegue con la luna.
Tu silencio es un anhelo
que se ahoga en la ausencia,
flores jóvenes
de un huerto hermoso.
Que nazca la tierra
con ese pequeño grano,
que la luz no duela
en un instante de lágrimas.
Todo es relativo
menos la tristeza,
cualquiera escribe
en un mundo tan inmenso.
Crepúsculo rebosante
estoy cansado,
dame un poco de estrellas
que en el cielo todas son bellas.
Dame un renglón
que yo sabré cantarle,
bosque de invierno
en la baja hierba.
Que tu rostro tenga
un secreto que anochezca,
será mío,
yo sabré cuidarlo.
El viento deseándote,
suave aroma
que inquieta a los gatos.
Llegarás,
desierto del otro lado del horizonte,
que la selva te cuide
y los ríos te den de beber su cariño.
Húmedo rocío
que se confunde
con una lágrima furtiva.
Errante es el llanto
que sigue vivo.
Dentro de mí
brota solemnemente,
escúchala
sin hacer preguntas.
Despierta,
que tu silencio se vaya,
secreto incomprensible
de una noche frágil
sin tu memoria.
Él Mute.
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