Suave letargo,
incomprendido,
recóndito.
Eres hermosa,
quieta tranquilidad,
duerme sin fatiga.
Sólo entonces,
contenta de vivir
sentirás la luna.
Bella entre los demás
florece ante la tragedia,
en la cúspide de un amor profundo.
Eterna,
que el cielo te esconda,
los mortales tenemos esperanza.
Sueña,
diluye tu soledad
sin desamparo.
Que los años no te encuentren,
callaré mis poemas
antes que la dicha se pierda.
No tengo pretextos,
que amanezca la muerte
buscando flores blancas.
Cura mi herida,
mirada sonámbula,
sabré decirte mi cariño.
Toma un faisán
y déjalo libre,
que vuele entre los sueños.
Toma mi tiempo,
ayúdame a no caer,
que el sol caliente mis ruegos.
Colibrí enamorado,
no tengo excusas
para olvidarte.
Abraza a el gato, tiene frío,
que se arrime en mi regazo,
feliz de su sentimiento.
Suave letargo,
incomprendido,
recóndito.
Es la hora de amarse.
Él Mute.
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